El Vesc i el Grèvol |
El vesc (Viscum album) és una planta semiparàsita que viu al damunt de branques, principalment en arbres de fulla caduca, com pomers o pollancres, però també sobre algunes varietats de pins. És originaria d'Europa, i de l'oest i sud d'Àsia, és espontània a la península ibèrica. El nom en llatí "viscum" té un origen incert, però es creu que ve de l'indoeuropeu i vol dir "força". Pel que fa a "album" es refereix a blanc, que fa referència del color del fruit que són baies.
És una de les plantes típiques del Nadal, al costat del grèvol, el galzeran (Ruscus aculeatus) i la flor de Nadal o Poinsettia. Se li atribueix (com a moltes plantes) la bona sort. En el druïdisme antic se la considerava una planta sagrada que havia de ser dallada amb una falç d'or pel druida (tradició molt coneguda actualment per les referències habituals als còmics d'Astèrix).
El grèvol o boix grèvol (Ilex aquifolium) és un arbre o un arbust típic de la vegetació atlàntica europea i d'alguns indrets de la muntanya mitjana mediterrània. Creix en boscos o fileres de bardisses, fins a altituds de 1000 o 2000 metres. A més de la seva acció farmacològica, també s'utilitza per altres finalitats perquè la fusta de grèvol és molt resistent i de difícil podriment.
El grèvol o boix grèvol (Ilex aquifolium) és un arbre o un arbust típic de la vegetació atlàntica europea i d'alguns indrets de la muntanya mitjana mediterrània. Creix en boscos o fileres de bardisses, fins a altituds de 1000 o 2000 metres. A més de la seva acció farmacològica, també s'utilitza per altres finalitats perquè la fusta de grèvol és molt resistent i de difícil podriment.
El seu altre ús, juntament amb el galzeran (Ruscus aculeatus), el vesc (Viscum albus) i la molsa és com a ornament en les festes nadalenques, a causa dels seus atractius fruits i a les seves peculiars fulles punxant convertint-se així en un símbol. Aquesta tradició es deu a que es creia que plantat prop de casa, el grèvol protegia a aquesta de la mala sort i aportava prosperitat. Com a conseqüència d'això, en molts països d'Europa es considera actualment una espècie protegida ja que està en perill d'extinció.
MUERDAGO:
El muérdago es una planta llena de simbolismos sobre la que existen multitud de historias y leyenda.
Los antiguos druidas celtas atribuyeron propiedades mágicas a esta planta semiparásita que hoy día se asocia a la Navidad y a la buena suerte.
La decoración con elementos vegetales es típica de las fiestas navideñas: abetos de navidad, ramas de acebo, flores de pascua Entre estos elementos vegetales destacan las ramas de MUERDAGO, que en muchos países de Europa y América se identifican como portadoras de buena suerte.
Algunas leyendas atribuyen poderes mágicos a esta planta basándose en que fue creada como un elemento que no provenía ni del cielo ni de la tierra, puesto que sus raíces no tocan nunca la tierra, pero tampoco se sostiene por sí mismo en el aire. De aquí surge la costumbre o tradición de recogerlo sin que caiga al suelo, y de colgarlo del techo.
El uso del muérdago en la cultura celta:
Los celtas utilizaban esta planta para una amplia diversidad de aplicaciones: para protegerse de los rayos, de la maldad, de las enfermedades, para curar heridas o para ayudar a las mujeres en la concepción. Lo consideraban además un símbolo de paz y un potente amuleto protector. Con él se confeccionaban guirnaldas con las que se adornaban las puertas de las casas y que servían para proteger a sus moradores de espíritus maléficos y para evitar visitas indeseadas. Desde entonces se consideró el muérdago una defensa contra brujas y demonios, y se extendió la costumbre de colocar unas ramitas en las entradas de los hogares.
Propiedades medicinales
El muérdago tiene beneficiosas cualidades antiespasmódicas y tranquilizantes, por eso se ha considerado muy útil contra la epilepsia, los vértigos y las convulsiones. También alivia el lumbago o la ciática.
Como muchas plantas, puede ser tóxico en grandes cantidades. Su uso debe ser externo, normalmente se aplica con compresas. Debido a sus propiedades homeostáticas, detiene las hemorragias si se pone sobre la zona afectada.
ACEBO:
El acebo, es un arbusto o como mucho un pequeño árbol de unos 6 ó 7 metros de altura con tronco recto, porte piramidal, que se ramifica desde la base y que puede llegar a vivir 500 años, aunque normalmente no llega a los 100.
El acebo se califica también como purgante y tranquilizante, pero el veneno de sus frutos obliga a que tengamos especial cuidado con él. Los niños, por ejemplo, se pueden sentir atraídos por el rojo intenso de sus bayas e intoxicarse. Mejor mantenerlo alejado de ellos.
Por otra parte, en algunos países se le atribuyen propiedades mágicas, de ahí su tradición y simbolismo. De hecho, para los celtas, el acebo era un arbusto sagrado que utilizaban en el solsticio de invierno (Navidad actual) para atraer suerte y prosperidad.
Durante las celebraciones de Navidad, las calles y plazas se llenan de guirnaldas, espumillones y adornos muy característicos de estas fechas, gran parte de ellos de inspiración vegetal. Junto con el clásico árbol de Navidad o la decorativa flor de Pascua, también encontramos entre las especies propias de estas fiestas el acebo, un arbusto que actualmente se encuentra en peligro de extinción.
Originario de todos los países del entorno mediterráneo, se trata de una especie protegida en Europa. Sus bonitos frutos rojos y sus hojas espinosas de verde oscuro intenso le convirtieron en un adorno perfecto para decorar las casas durante la Pascua Navideña, una tradición que ha terminado por mermar la presencia de este arbusto en gran parte de su hábitat natural.
MUERDAGO:
El muérdago es una planta llena de simbolismos sobre la que existen multitud de historias y leyenda.
Los antiguos druidas celtas atribuyeron propiedades mágicas a esta planta semiparásita que hoy día se asocia a la Navidad y a la buena suerte.
La decoración con elementos vegetales es típica de las fiestas navideñas: abetos de navidad, ramas de acebo, flores de pascua Entre estos elementos vegetales destacan las ramas de MUERDAGO, que en muchos países de Europa y América se identifican como portadoras de buena suerte.
Algunas leyendas atribuyen poderes mágicos a esta planta basándose en que fue creada como un elemento que no provenía ni del cielo ni de la tierra, puesto que sus raíces no tocan nunca la tierra, pero tampoco se sostiene por sí mismo en el aire. De aquí surge la costumbre o tradición de recogerlo sin que caiga al suelo, y de colgarlo del techo.
El uso del muérdago en la cultura celta:
Los celtas utilizaban esta planta para una amplia diversidad de aplicaciones: para protegerse de los rayos, de la maldad, de las enfermedades, para curar heridas o para ayudar a las mujeres en la concepción. Lo consideraban además un símbolo de paz y un potente amuleto protector. Con él se confeccionaban guirnaldas con las que se adornaban las puertas de las casas y que servían para proteger a sus moradores de espíritus maléficos y para evitar visitas indeseadas. Desde entonces se consideró el muérdago una defensa contra brujas y demonios, y se extendió la costumbre de colocar unas ramitas en las entradas de los hogares.
Propiedades medicinales
El muérdago tiene beneficiosas cualidades antiespasmódicas y tranquilizantes, por eso se ha considerado muy útil contra la epilepsia, los vértigos y las convulsiones. También alivia el lumbago o la ciática.
Como muchas plantas, puede ser tóxico en grandes cantidades. Su uso debe ser externo, normalmente se aplica con compresas. Debido a sus propiedades homeostáticas, detiene las hemorragias si se pone sobre la zona afectada.
ACEBO:
El acebo, es un arbusto o como mucho un pequeño árbol de unos 6 ó 7 metros de altura con tronco recto, porte piramidal, que se ramifica desde la base y que puede llegar a vivir 500 años, aunque normalmente no llega a los 100.
El acebo se califica también como purgante y tranquilizante, pero el veneno de sus frutos obliga a que tengamos especial cuidado con él. Los niños, por ejemplo, se pueden sentir atraídos por el rojo intenso de sus bayas e intoxicarse. Mejor mantenerlo alejado de ellos.
Por otra parte, en algunos países se le atribuyen propiedades mágicas, de ahí su tradición y simbolismo. De hecho, para los celtas, el acebo era un arbusto sagrado que utilizaban en el solsticio de invierno (Navidad actual) para atraer suerte y prosperidad.
Durante las celebraciones de Navidad, las calles y plazas se llenan de guirnaldas, espumillones y adornos muy característicos de estas fechas, gran parte de ellos de inspiración vegetal. Junto con el clásico árbol de Navidad o la decorativa flor de Pascua, también encontramos entre las especies propias de estas fiestas el acebo, un arbusto que actualmente se encuentra en peligro de extinción.
Originario de todos los países del entorno mediterráneo, se trata de una especie protegida en Europa. Sus bonitos frutos rojos y sus hojas espinosas de verde oscuro intenso le convirtieron en un adorno perfecto para decorar las casas durante la Pascua Navideña, una tradición que ha terminado por mermar la presencia de este arbusto en gran parte de su hábitat natural.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada